Yo solo quería ver crecer a mis niños. No quería perderme ni un momento de sus vidas. Desde que tengo memoria, quería ser madre y he tenido la suerte de serlo de dos preciosos niños. Con esto ya me considero una de las personas más afortunadas del mundo y estoy muy agradecida por ello.
Tengo el lujo de prepararlos cada mañana sin prisas y esperarles con la comida hecha cada día. Cuando la vida cotidiana transcurre sin prisas ni presiones, cuando no hay estrés por tener que cumplir con horarios rígidos... eso es lo que yo considero éxito. El poder disfrutar del día a día, eso es el verdadero lujo.
Soy consciente de que todo esto no hubiera sido posible si no hubiera tomado la decisión de aprender a ganar dinero en línea. Es una habilidad que me ha llevado a aprender muchas otras y me ha abierto puertas que nunca pensé que existían.
Es cierto que no puedes saltar directamente a la cima; cada paso te lleva al siguiente nivel, poco a poco. La mejor decisión de mi vida ha sido darlo todo para poder trabajar desde casa o desde cualquier lugar que desee, porque esta flexibilidad y libertad no me la podría haber dado ningún empleo, solo mi propio negocio online.
Cada mañana, mientras preparo a los niños, doy gracias por mi negocio online que me permite estar siempre presente en mi familia. Si es lo que tú también deseas, estoy aquí para enseñarte cómo, con herramientas y conocimientos adecuados.