Yo solo quería ver crecer a mis niños. No quería perderme ni un momento de sus vidas.
Tengo el lujo de prepararlos cada mañana sin prisas y esperarles con la comida hecha cada día. Cuando la vida cotidiana transcurre sin prisas ni presiones, cuando no hay estrés por tener que cumplir con horarios rígidos... eso es lo que yo considero éxito. El poder disfrutar del día a día, eso es el verdadero lujo.
Cada mañana, mientras preparo a los niños, doy gracias por mi negocio online que me permite estar siempre presente en mi familia. Si es lo que tú también deseas, estoy aquí para enseñarte cómo, con herramientas y conocimientos adecuados.